Mi experiencia en la enseñanza de la lengua

Mi experiencia en la enseñanza de la lengua
Por Guadalupe Monroy Muñoz
En todas las culturas, la lengua oral está presente y es parte fundamental de la vida social de los individuos desde su nacimiento. La escritura es una invención más reciente hablando de términos históricos y las sociedades modernas dependen de ella para su organización y desarrollo, porque gran parte de la generación y la transmisión de conocimientos se realiza por medio de la escritura.

Por lo tanto el estudiante a través de distintos tipos de texto y de discursos ha buscado satisfacer necesidades sociales y personales, ya sea para entretenerse o para comunicar sus conocimientos ante los demás, también en algún momento para tomar decisiones y resolver problemas, o persuadir e influir en la conducta de otros.
Al realizar prácticas sociales del lenguaje oral y escrito, se ha buscado que los alumnos aprendan a leer y escribir una diversidad de textos para satisfacer sus necesidades en distintas situaciones comunicativas.

Luego entonces la manera en que se ha aplicado el enfoque teórico y metodológico en el aula ha sido considerando y aprovechando los aprendizajes que los niños han realizado alrededor del lenguaje ( tanto oral como escrito) y orientarlos a incrementar sus posibilidades comunicativas. Esto es introducirlos también a la cultura escrita.

Es pues el momento de reconocer los alcances logrados en los diversos grupos a lo largo de mi trayecto docente y creo que en lo referente al grado asignado en distintos momentos, se ha buscado siempre la redacción y el desarrollo de la expresión oral de manera satisfactoria empleando métodos y técnicas que lleven al logro del propósito establecido, considerando los destinatarios y el contexto social de comunicación. En cuanto a las limitaciones, ha sido en cierta forma los materiales con los que interacciona el pequeño desde su hogar, así como las practicas de lenguaje a su alrededor , lo que limita el desarrollo del alumno en clase., por lo tanto carecen de algunos elementos que les serán de gran ayuda en su proceso de adquisición de la lengua oral y escrita.

Son muchos los obstáculos que el estudiante tendrá que salvar, pero es precisamente esa dificultad y la satisfacción de superarla lo que le motiva para continuar. Y nuestra labor como profesores es ayudarles en ese camino. Por eso nos preguntamos si el método y los materiales que utilizamos en clase, así como nuestra forma de trabajo y nuestra actitud como enseñantes son los más adecuados para potenciar ese proceso de adquisición. Y entre esas inquietudes está el tema del tratamiento de los errores. Todos nos hacemos preguntas como:¿ Por qué los alumnos repiten una y otra vez los mismos errores?, será que no han entendido bien lo que les he explicado¿ Qué puedo hacer para terminar con esos errores?, ¿corregir desmotiva?